Os dejamos el texto de presentación tras la restauración del órgano a cargo de Organos del Moncayo, con Joaquín Lois, Christine Vetter y Gotzon Mujika.

 

     Christine y Gotzon, gracias por toda la colaboración que nos dais.

 

La iglesia parroquial de San Pedro de Apóstol de Villarroya de la Sierra fue construida originalmente en el siglo XIII de una nave formando parte de la muralla medieval posteriormente arruinada por un devastador incendio, del que únicamente se salvó la portada gótica.
En el último tercio del siglo XV se construye la iglesia mudéjar, sobre los restos de la primitiva gótica, y en el siglo XVII se construye una segunda nave por la unión de las capillas laterales del lado derecho.

En su interior se alberga un hermoso órgano renacentista sobre su propia tribuna de la misma época , construido por el organero Gonzalvo de Córdoba en el año 1524. Gracias al incesante trabajo durante muchos años de investigación en los archivos eclesiásticos y sus interesantes publicaciones, uno de ellos "Música en Zaragoza" , siglos XVI – XVII, realizados por Don Pedro Calahorra Martínez, conocemos algunos detalles técnicos, administrativos y otras curiosidades de esta época y en especial de éste órgano que describe muy bien las características en su estado de origen.

La familia de los organeros Córdoba afincados en Zaragoza cubren todo un siglo de tradición artesanal en la construcción de órganos de tres o cuatro diferencias o registros que representa todavía el estilo musical del gótico en la organería europea.  Del órgano primitivo se conserva posiblemente gran parte del mueble con sus tallas y la tribuna, el teclado y tal vez los fuelles, que quedaron inservibles . Las partes restantes como tubos, mecánicas ya provienen de los siguientes intervenciones posteriores, para adaptar el instrumento al gusto de cada época introduciendo las novedades técnicas y musicales.  Estas reformas en general resultan ser importantes como se trata de ampliar el teclado y aumentar el numero de cada registros con sus correspondientes tubos para poder interpretar un repertorio musical más amplio, que conlleva la construcción de nuevos secretos  con sus  mecanismos, que finalmente son partes centrales del instrumento.

Según las investigaciones de D. Pedro Calahorra y D. Jesús Gonzalo López, facilitadas por el párroco D. Juan Martínez Vela, no se encontraron muchos datos en el archivo parroquial de posteriores acontecimientos o reformas respeto al órgano. Tras  decapar la pintura marrón del mueble y la tribuna dejando lucir la rica policromía, salió en la torre central la fecha del año 1704 , que podría indicar al otro famoso organero zaragozano de Francisco de Sesma , aparte de un gran parecido en la construcción del secreto y la tubería comparando con otros órganos construidos por esta familia organera. En esta época se añade la Trompetería exterior e interior como innovación musical. Para colocar el nuevo secreto más grande tenia que abrir la parte trasera del órgano cortando los dos anillos estructurales, que debilitaba toda la estabilidad del mueble. Reformó también la parte inferior del mueble eliminado las mensillas laterales renacentistas por arcos en los dos lados.   Francisco, uno de los dos hijos de Jusepe Sesma continuó su labor desde el mismo taller organero de su padre, construye los nuevos órganos de San Felipe de Zaragoza (1699), San Pedro de los Francos de Calatayud (1700 , Villarquemado  (Teruel) en 1703, Deza (Soria) en 1705, en el mismo año Aniñón (Zaragoza) , Magallón en 1719 y en 1721 para Fuendejalón. Tenían su taller en la antigua plaza del Carbón, hoy plaza de Sas.

 

La segunda reforma importante se realizó por un organero afincado en Calatayud, quien dejó su firma en el arca de viento del secreto donde se puede leer la inscripción : "Mariano Garcia me hizo en Calatayud 1830", quien realizó durante su trayectoria profesional importantes cambios en otros órganos de la Provincia de Zaragoza. En el caso del órgano de Villarroya de la Sierra respetó la construcción original del secreto, el "corazón del órgano", tapando juegos e introduciendo nuevos como la Flauta Travesera en Madera y las Grandes Contras, que rompieron el espacio limitado del la caja y la tribuna. Se cortó gran parte del lateral izquierdo del mueble para colocar unos inmensos tubos de madera de inferior calidad, que dejó colgar al aire todo el peso del órgano en este sitio y que le dejó fuera de ángulo. Los  dos fuelles de origen de cuña fueron sustituidos por un gran fuelle paralelo con sus dos bombas, muy habitual en la época del siglo XIX.  

 

Podemos decir que el órgano de Villarroya de la Sierra con su tribuna es un conjunto de gran valor histórico artístico y un testigo musical de gran importancia en el ámbito de la organería aragonesa. Lo encontramos en un estado de conservación lastimoso y de abandono, no se podía utilizar durante por lo menos 100 años como se comenta en el pueblo y perdió en este tiempo muchos componentes de su partes musicales como de mecánicas, aparte del desgaste normal de tantos años de existencia. De los 774 tubos que compone la parte sonora completa faltaron 372 que se tenían que elaborar de nuevo. Los existentes se encontraron cortados y muy dañados, que se restauraron y añadieron las partes faltantes. Los fuelles antiguos de cuña no se podían recuperar por años de filtraciones de agua y se reconstruyeron de la misma manera. Faltaron también partes de la mecánica y sobre todo fue imprescindible la reconstrucción del mueble para garantizar su estabilidad y ponerlo de nuevo en ángulo y elaborar las molduras y laterales cortadas. Se tenia que desmontar toda la caja del órgano para su reconstrucción, aprovechando de realizar al mismo tiempo la restauración de la policromía y el refuerzo de la tribuna, que no parecía cumplir con la seguridad estática necesaria por su antigüedad para portar el elevado peso de un órgano.

El órgano de Villarroya de la Sierra es una pieza única, como cada órgano histórico, que se distingue de otros por sus características de construcción, ubicación, historia y sonoridad. Hemos intentado de elaborar cada pieza faltante , según ejemplos existentes  y con el máximo respeto ante esta joya musical aprendiendo las técnicas de cada organero , quienes trabajaban en este órgano durante tantos años.

La restauración fue patrocinado por La Diputación de Zaragoza, el Obispado de Tarazona y el Ayuntamiento de Villarroya de la Sierra y la Comarca de Calatayud. Quería agradecer también la gran curiosidad y simpatía de la gente del pueblo por interesarse en el proceso de restauración de su órgano y en especial al cura Don Juan Martínez Vela y el alcalde Don Eugenio Torrubia Acón y con un especial agradecimiento a "Conchita Espiago", el "alma" de la iglesia, quien nos cuido como una madre.


Pocas villas zaragozanas sirvieron de cuna a tantos y tan preclaros personajes ilustres en los más diversos campos a lo largo de su historia como Villarroya de la Sierra, que quería mencionar uno de ellos muy vinculado a la música de órgano. Es el benedictino Miguel López Sebastian, nacido en este pueblo el 1. de marzo del año 1669  , muerto en Zaragoza en 1732, organista y maestro de capilla en sitios importantes como el convento de San Martin de Madrid , en  la Escolanía de Montserrat , monasterio benedictino de Valladolid, prior de Alcañiz, etc. Su obra musical para órgano se puede considerar como la última "gran" música organística del barroco español. ( Jesús Gonzalo López, Director Artístico de órganos hístóricos en Aragón )

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